Un trasplante capilar es una técnica quirúrgica que sirve para combatir la calvicie
Un trasplante capilar es una técnica quirúrgica que sirve para combatir la calvicie
La cirugía capilar abarca un conjunto de procedimientos estéticos que tiene como finalidad repoblar las zonas alopécicas en pacientes que sufren caída de cabello crónica. Esto se realiza a partir de la incorporación de fibras capilares naturales o sintéticas. Esta gran versatilidad ha traído como consecuencia que la cirugía capilar se haya convertido en el tratamiento más popular para la alopecia. En especial, para los pacientes que tienen años utilizando terapia convencional sin obtener ningún tipo de resultado.
Dentro de este conjunto de procedimientos, el trasplante capilar es una de las opciones más favorables. Esto se debe, no solo por los buenos resultados que ofrece, sino también porque, al utilizar fibras capilares naturales, los riesgos de efectos secundarios son mucho menores.
A continuación, dedicaremos las siguientes líneas a hablar sobre el trasplante capilar. Por ello, si estás considerando someterte a una cirugía capilar, puedas aclarar algunas de las dudas más frecuentes en este tema.
En medicina, y de forma general, un trasplante consiste en trasladar un órgano o tejido desde un individuo donante, hasta uno receptor. También desde una parte del cuerpo a otra dentro de un mismo paciente. Cuando el trasplante se realiza entre una persona y otra se conoce como trasplante heterólogo: Mientras que, si es dentro del mismo individuo, recibe el nombre de trasplante autólogo.
Teniendo esto en mente, el trasplante capilar se define como la movilización autóloga de folículos capilares o unidades foliculares desde una zona donante, hasta una zona receptora alopécica. Durante la cirugía, las fibras capilares son cosechadas desde una zona que no está afectada por la alopecia y son insertadas en microperforaciones realizadas en la zona receptora. Para conseguirlo se utilizan cuchillas especializadas que garantizan la viabilidad de los folículos trasplantados.
Aunque en el ámbito de la cirugía capilar ambos términos se utilizan de forma indistinta, la realidad es que existen diferencias entre lo que es un trasplante y lo que es un injerto.
En cirugía in injerto consiste en trasladar un tejido desde un sitio donante a uno receptor sin llevar las estructuras de riego sanguíneo con él, por lo que el tejido injertado debe revascularizarse en el lugar de destino. Por su parte, el termino trasplante se utiliza para indicar la movilización de órganos, incluyendo sus estructuras vasculares.
Por lo tanto, considerando ambas definiciones, el término correcto a emplear es el de injerto capilar, aunque como ya mencionamos previamente. De hecho, ambos términos se utilizan de forma indistinta dentro del campo de la cirugía capilar.
Actualmente, existen dos tipos de trasplante capilar, la Extracción de Unidades foliculares o FUE y el Trasplante de Unidades Foliculares o FUT y, como es de esperar, ambas funcionan de forma diferente.
En la técnica FUE, la extracción de las unidades foliculares se hace de forma individual, empleando una cuchilla especializada circular que garantiza la viabilidad de los folículos extraídos. Por otro lado, en la técnica FUT, las unidades foliculares se extraen a partir de tiras de cuero cabelludo que han sido removidas mediante cirugía de la región posterior de la cabeza.
El proceso de trasplante capilar va a depender principalmente de si se trata de una técnica FUE o una técnica FUT. En ambos casos el primer paso consiste en realizar una desinfección del cuero cabelludo para evitar infecciones o complicaciones y luego aplicar la anestesia de forma local para evitar que el paciente sienta dolor durante la cirugía.
El trasplante capilar tiene mucha mas eficacia que la terapia convencional, sin embargo, existen algunos puntos que es necesario tomar en cuenta:
El principal efecto secundario reportado tras la cirugía es la preocupación. Esta es producto de la cicatrización y no puede ser evadida de ninguna forma. Otros efectos secundarios incluyen: irritación o inflamación del cuero cabelludo, infección, drenaje o sangrado de las cicatrices, inflamación de los folículos trasplantados, perdida de sensibilidad. En algunos casos, un aspecto heterogéneo por la presencia de fibras capilares de distinto grosor.
Justo después de la cirugía el cuero cabelludo se encuentra sensible, por lo que el paciente debe tomar analgésicos por los próximos días y llevar un vendaje entre uno o dos días. En cuanto a la vuelta a la rutina, la mayoría de los pacientes puede reincorporarse en los próximos 2 a 5 días. Aunque el médico suele prescribir antibióticos y antiinflamatorios por un periodo más largo de tiempo.
Luego de 2 a 3 semanas el cabello trasplantado comenzará a caerse y esto es parte del proceso normal. Sin embargo, debe crecer nuevamente en un periodo entre 6 y 9 meses ya que de lo contrario el médico debe prescribir terapia auxiliar con minoxidil u otros fármacos.
El trasplante capilar es una de las técnicas de cirugía capilar más segura y efectiva para el tratamiento de la alopecia crónica. Esto se debe fundamentalmente a dos causas: la sencillez del procedimiento y los bajos riesgos de efectos secundarios durante la recuperación. Esta alternativa permite obtener resultados bastante convincentes y con un aspecto natural dado el origen de la fibra capilar. Sin embargo, el crecimiento comienza a notarse luego de un periodo de 6 a 9 meses, por lo que hay que esperar un poco más de tiempo antes de ver los efectos.
Si estas considerando realizarte un trasplante capilar te recomendamos echarle un ojo a todo el material que hemos preparado en esta materia y a consultar la lista de clínicas capilares que ofrecen servicios especializados de cirugía capilar.
¡Genial!